miércoles, 24 de julio de 2013

Dios no quiera

Hoy en una de mis reflexiones matutinas me ha venido una duda muy grande que necesitaba volcar aquí desesperadamente. A fin de cuentas, para eso tengo un blog, ¿no?
Todo el que me conoce sabe que soy atea y muy irónica, aunque respeto a todos los creyentes, de corazón, soy de las que piensa que en el respeto hacia los demás está el respeto hacia una misma.
En fin, a lo que voy, que me enrollo.

Mi gran pregunta es: 
"Si la Iglesia siempre ha dicho que los hijos son una bendición divina, un regalo de Dios... ¿Por qué se conciben hijos fuera del matrimonio? Es decir, ¿Dios me estaría premiando por hacer algo mal?"

Y de ahí, mi cabeza, que nunca se conforma con una sola, empezó a disparar las preguntas más irónicas y retorcidas que jamás pensé que expondría en un blog:
"Si los hijos son regalos de Dios, los que salen de las violaciones son... ¿Souvenirs de recuerdo? ¿Por eso no se puede abortar? ¿Es porque está feo rechazar un regalo?"

Seguidamente entré en la etapa filosófica y espiritual, la peor, porque es la que realmente me deja llena de preguntas sin respuestas.
"Si le preguntásemos a Dios, pero a Dios de verdad, no a un libro escrito y depurado por los hombres en un Concilio en el Dios tuvo más bien poco que ver. Si le preguntase a él, ¿Qué me contestaría?"

Algo en lo que todos los creyentes con los que hablo coinciden es que Dios es amor, y que todos somos somos iguales a sus ojos. Eso está bien, de hecho, es el único sentido que puedo encontrarle a Dios. Intento imaginarme una masa inmensa de puro amor e igualdad con ojos y mentalmente le pregunto:
"¿Te pagan por horas o tienes un contrato fijo? Sea como sea, el trabajito que te dan no está pagado... 
¿Cómo llevas eso de que en casi todas las religiones mayoritarias las mujeres seamos ciudadanos de segunda a pesar de que tú seas todo amor e igualdad?
¿Y eso de que dos hombres o dos mujeres no se puedan amar y se vean excluidos de los santos sacramentos y rituales de pareja que les harían sentirse en paz con su fe? Eso podría considerarse saltarse tu esencia a la torera, ¿no?.
¿Crees que las instituciones religiosas deberían renovarse para ver la fe de los creyentes por encima de su cuerpo físico, y sus opciones de vida, y valorar más sus actos para con los demás?"

Y ahí acabaría la cosa, porque para entrar en temas aún más conflictivos no necesitaría una entrevista con Dios, me haría falta mínimo un campamento de verano...

Finalmente, y como me temía, aquí me quedo. Sola y sin respuestas.
Os deseo a todos y todas un buen día.

Hasta mi próxima paranoia.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Pienso, luego comento...